“O único que hai que facer é deixarse levar e deslizarse”
Toni Varela
29/07/2009
Lo que comenzó como un proyecto personal, poco a poco se convirtió en una marca auténtica, impulsada por el amor a la tradición. A cada tabla que doy forma intento reflejar no solo funcionalidad, sino también una historia y una conexión con el mar. La marca se consolidó al atraer a aquellas personas que ven en el surf una manifestación artística y un estilo de vida auténtico.
Tradición y sostenibilidad
El taller
El taller se funda en septiembre de 2014 en el barrio de San Cristóbal, en Carballo, una localidad gallega a solo 9 kilómetros de la Playa de Razo. La intención inicial era mantenerse realizando reparaciones mientras combinaba el tiempo con otros trabajos, al mismo tiempo que desarrollaba mis propios proyectos de tablas, inspiradas en viejas películas de surf.
La esencia de todo esto radica en mi deseo de encontrar una forma de vida que me permitiera la flexibilidad necesaria para adaptarme al ritmo de las mareas y surfear tanto como fuera posible.
Gracias al entorno donde vivo, puedo surfear prácticamente a diario a pocos kilómetros del taller. Pero la realidad es que vivir del trabajo artesanal con un salario digno no es tarea fácil, lo que me llevó, desde el principio, a adoptar una vida sencilla y sin ataduras como mi filosofía.
Con el paso del tiempo he tenido la suerte de conocer a grandes artesanos que, de a poco, han compartido conmigo sus secretos de fabricación. Gracias a ellos, he ido incorporando técnicas que hoy no solo mejoran mi trabajo, sino que también me permiten disfrutarlo aún más.
“El verdadero lujo está en lo que es hecho a mano, con tiempo y pasión”